Más de una vez observamos vehículos al costado de la ruta con el capó abierto y chorros de vapor brotando desde el motor, y el orígen de estos percances no suelen ser siempre imprevistos en las mangueras, el ventilador o la bomba de agua.

Los inconvenientes con la temperatura del motor suelen ser prevenidos con la disciplina y el sentido común; ya que es suficiente con:

-  Chequear regularmente el nivel de agua o el refrigerante del radiador
-  Cambiar la bomba de agua en los intervalos indicados por el fabricante
-  Prestar atención a la alarma del tablero al conducir para evitar que suba la temperatura del motor.

Pero, no todas las causas suelen estar vinculadas a errores humanos, tal es el caso de obstrucciones en el radiador, desperfectos en la bomba de agua o un incorrecto funcionamiento del termostato; como también del ventilador eléctrico.

¿Cuáles son los valores idealespara la temperatura del líquido refrigerante?
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Cuando el motor se encuentra apagado, la temperatura del líquido refrigerante debe oscilar entre los 10 y 20 °C, lo cual puede variar en función a la época del año y las condiciones medioambientales en las que se encuentre.
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Cuando se encuentra en funcionamiento, el rango puede variar entre los 85 y los 90 °C. Por lo general encontrarás las indicaciones en cada marca de refrigerantes de acuerdo con la fabricación y el vehículo. Aunque, en ciertos modelos, la temperatura puede superar los 100°C, contando con un sistema de refrigeración totalmente sellado.
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Si la temperatura está por sobre dichos niveles, hasta incluso puede alcanzar los 120°C, provocará que -en el caso de que ocurra algún desperfecto o filtración- el motor quede expuestos a daños graves, y en algunos modelos más antiguos, irreversibles.
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Si la temperatura del motor tiende constantemente a pasar los niveles recomendados, se debe hacer una visita al mecánico para evitar daños mayores, y por ende, más costosos.